En el fondo todos estamos un poco rotos, faltos de amor... Y es que en una actualidad que nos llevó a creer que amar es ser débiles, empezamos a ocultar los sentimientos por miedo al qué dirán, a ser rechazados, a parecer demasiado intensos, locos, estupidos. Y sí, puedo entenderlo, ¿quién no ha sido víctima? ¿Quién no ha escrito un mensaje y en lugar de presionar “enviar” lo borró? ¿Quién no dudó de los sentimientos del otro? Nos convencimos tanto de que el amor está sobrevalorado, que lo único que necesitamos es algo de una noche, pasajero, sí total somos animales, con un poco de contacto físico, algunas mentiras y un poco de sexo, era más que suficiente. Pero después llega el vacío, al pasar el tiempo nos encontramos con un hueco que crece, se agiganta el agujero en el pecho y parece que no encontramos el motivo, seguimos buscando llenar los vacíos de formas erróneas. Y sí, amar lastima, pero no amar lastima el doble. Todos necesitamos en algún punto ...