Entradas

Mostrando entradas de abril, 2019

La búsqueda sin fin

Hay tantas cosas que drenan mi energía, que me ponen de malas... Que necesito con urgencia pasar menos tiempo sola y cambiar mis rutinas. Hay demasiada claridad, lo veo sin distracciones, no entiendo por qué me cuesta tanto desprenderme de viejas conductas que me están haciendo mucho daño. Sé que muchos de los límites son mentales, y aunque lo sé, me generan tanto miedo que me rindo antes de empezar, pero duele cada vez más seguir en el mismo lugar. Quiero un cambio y actúo siempre igual. Me duele el cuerpo de tanto resistir, me duele la cabeza de tanto insistir con ideas equivocadas. Leí por ahí que lo que es normal para una araña, es el caos para una mosca... Yo me sigo cuestionando qué será lo normal, por qué me cuesta tanto identificarme, no me reconozco, no encuentro un sitio que sienta propio, que se sienta como mi propio estado natural. Estoy cansada de buscar parecerme o seguir los pasos de alguien más porque de ese modo "debería de ser"... Creo que es momento de otr...

La falsa inspiración.

No se va a terminar nunca, porque me sirve. Es como esa relación toxica del escritor con el vino, donde siente que, sin el vino, no escribe lindo. Así, él es como el vino. Bendita inspiración... Y resultó que no fue el amor el que me hizo daño, la falta de el fue lo que me abrió el pecho, de par en par. Duele lo que no es reciproco, ni correspondido. Duele que en la suma, uno de los dos, reste. Amar no lastima, lastima que no nos amen.

Seguir la intuición.

Parada en la bifurcación soy mi propio obstáculo y la más grande solución. La respuesta está en la decisión, saber dónde poner el corazón. El reflector apunta donde desviemos el enfoque. Parece tan complejo y es bastante simple: dejar llevarse la atención a aquello que dicte la pasión. La ilusión está intacta. Donde pose el deseo, apuntará la resolución. Las respuestas están más cerca de lo que se cree. Apagar las voces externas, internas, ensordecedoras. Confiar en que la vibración será nuestra guía. SENTIR es más importante que hacer. No hay retorno, hablo por delirio quizás, son las seis de la mañana, y voy en la ruta. Tomar la decisión correcta suele llevar menos energía de la que creemos necesaria, y de hecho, regala mas luz de la que creemos posible. Despertar, abrir los ojos vivir, en lugar de sobrevivir. Somos los únicos creadores de nuestra realidad. Las excusas a un lado del camino, es momento de empezar a rodar con el equipaje liviano, ...

La era de no amar...

En el fondo todos estamos un poco rotos, faltos de amor... Y es que en una actualidad que nos llevó a creer que amar es ser débiles, empezamos a ocultar los sentimientos por miedo al qué dirán, a ser rechazados, a parecer demasiado intensos, locos, estupidos.  Y sí, puedo entenderlo, ¿quién no ha sido víctima? ¿Quién no ha escrito un mensaje y en lugar de presionar “enviar” lo borró? ¿Quién no dudó de los sentimientos del otro? Nos convencimos tanto de que el amor está sobrevalorado, que lo único que necesitamos es algo de una noche, pasajero, sí total somos animales, con un poco de contacto físico, algunas mentiras y un poco de sexo, era más que suficiente.  Pero después llega el vacío, al pasar el tiempo nos encontramos con un hueco que crece, se agiganta el agujero en el pecho y parece que no encontramos el motivo, seguimos buscando llenar los vacíos de formas erróneas.  Y sí, amar lastima, pero no amar lastima el doble. Todos necesitamos en algún punto ...

Una noche más

Sonando Jorge Drexler, el sol asomándose en el amanecer. Un suave -abrazame fuerte- al oído, mi piel fundiéndose en él. Amanece, una mañana de sábado, en el mismo sitio de siempre.

Encuentros sin sabor.

Quizás no nos digamos adiós, tampoco voy a oír de su boca un "mi amor" porque tan solo un capricho, aislado de sentimientos, es lo que soy. No es que sienta amor, si deseo... Puede que por eso sea pasado, presente y futuro. No hay fecha exacta ni de inicio ni de fin, tal vez por eso los años pasen como hojas, entre tantas historias, besos, risas, desencuentros, chocolatinas, juegos y seriedad. Lo único seguro, entre él y yo, es nuestra historia sin fin, y sin trama. Casuales encuentros, maquillados de amor, que no saben lastimar ni tampoco construir. Él es eso, -el capricho de amor, que una dama no debe tener-. Y aunque lo sepa, me gusta jugar. Jugar a que tendremos tiempo para amar.